Holanda y los países escandinavos: disponían de una agricultura muy productiva y de una situación política, social y cultural similar a la de los países del primer círculo, sin embargo carecían de carbón y/o hierro, necesarios para llevar a cabo la Revolución Industrial. Su industrialización se basó en la exportación de materias primas y productos semielaborados, la apertura al mercado mundial, la proximidad a mercados de fuerte demanda, la mejora de los transportes, la disponibilidad de capital extranjero y la utilización de nuevas fuentes de energía y procesos de la Segunda Revolución Tecnológica.
Italia: su crecimiento fue lento a causa de la estrechez de los mercados, por la escasez de carbón y por la implantación de una política librecambista (principio de la división internacional del trabajo). La recuperación no se produjo hasta finales del s.XIX gracias a las inversiones extranjeras, la electrificación, el sector textil y la maquinaria. Fue una industrialización insuficiente que comportó una economía dual y una polarización del desarrollo regional norte/sur.
Rusia: existía una economía dual. Por un lado había un sector industrial moderno, gracias a la acción del estado, que llevó el peso de la industrialización favoreciendo el desarrollo de aquellos sectores que consideraba estratégicos como la industria pesada o la construcción del ferrocarril. El capital necesario se obtenía básicamente a través de las exportaciones, los préstamos del exterior y los impuestos, lo cual incrementaba la miseria de la mayor parte de la población. Por otro lado, se mantenía un sector agrícola atrasado. Las reformas que se llevaron a cabo sólo favorecieron a los campesinos ricos (kulaks) y al estado.
Japón: se trata del único país no occidental que consiguió industrializarse antes de la Primera Guerra Mundial. Al igual que en Rusia, el estado tuvo un papel destacado (construcción de la red ferroviaria, organización del sistema bancario y de la educación…) y también el capital se obtenía de la recaudación de impuestos. Otros factores de industrialización, junto con la intervención del estado, son: la importante tradición comercial y artesana (productos de lujo) y una formación cultural elevada.
He podido observar el diferente desarrollo de países cercanos geográficamente y también las similitudes entre países separados. Por eso, lo países cercanos a Gran Bretaña, tanto geográfica como culturalmente, fueron los primeros en industrializarse. Una de las consecuencias más importantes de la Primera y la Segunda Revolución Industrial fue el incremento de las diferencias, no solo entre continentes, sino también dentro de los propios países, hecho que va en aumento en nuestros días. También podemos destacar que los factores necesarios para la industrialización, después de lo estudiado son el paso del predominio de la agricultura a la industria, la mejora de los transportes, la ampliación del mercado y la introducción de nuevos procesos, materias primas y formas de energía.