miércoles, 11 de marzo de 2009

El proceso de industrialización

La industrialización tuvo lugar primeramente en Gran Bretaña y posteriormente se extendió por países cercanos desde el punto de vista económico, social y político. Este proceso afectó a los sectores más importantes de la economía: agricultura, comercio, industria...
En primer lugar, durante los años de la industrialización se produjo la transición del régimen demográfico antiguo al moderno. El nuevo modelo se caracterizó por unas tasas de natalidad y mortalidad muy bajas, lo cual provocó que la tasa de crecimiento empezara a disminuir después de una época de gran crecimiento. Las causas son varias: mejoras en la alimentación, la higiene, el uso de métodos anticonceptivos, el aborto...
En cuanto a la agricultura, las innovaciones de la revolución agrícola en Gran Bretaña dieron lugar a la llamada Primera Revolución Agrícola Moderna. Se caracteriza por el uso de nuevos cultivos, de nuevos sistemas, por la integración de la ganadería... Años más tarde (1830)se produce la Segunda Revolución Agrícola, y aparece la high farming (explotaciones que combinan la agricultura y la ganadería). También destacan las mejoras en máquinas y herramientas y sobretodo el efecto de la mejora de los transportes. Destacan el ferrocarril (más barato, con más capacidad de transporte, más veloz) y la navegación a vapor (necesaria para abastecer a los países industrializados de primeras materias y enviar productos manufacturados al resto del mundo). Todo esto supuso un incremento de la producción, la productividad y los rendimientos agrícolas.
En el sector industrial, la Revolución Industrial se caracterizó por la sustitución en la producción de la actividad del hombre por la de la máquina, lo que incrementó la presencia de fábricas. Aparece así el llamado factory system: el hombre se adapta al ritmo de la máquina, el trabajo en general es poco especializado, se necesitan grandes inversiones y se requiere un mayor control de la actividad. Los sectores que más crecieron fueron los dedicados a la obtención de hierro y acero. De manera que se consiguió una mayor producción, con más calidad y a menor precio.
Las fuentes de energía más utilizadas fueron la energía hidráulica y el gas. Posteriormente se empezó a utilizar electricidad, petróleo y nuevos productos derivados de la química, aunque no adquirieron gran importancia hasta la Segunda Revolución Industrial.
A medida que los países se industrializaban, se hacía más necesaria una profunda transformación del sistema financiero. Así, se crearon los bancos centrales (emiten billetes y absorben la deuda del estado), los bancos por acciones, los mercantiles, los industriales y los mixtos o universales.
La forma de organización mayoritaria de esta nueva economía industrializada fue la sociedad anónima.

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