domingo, 3 de mayo de 2009

La crisi de los años 30





Después de la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos arrebataron la supremacía sobre la economía mundial a Gran Bretaña, se redujeron los intercanvios internacionales y se produjeron una serie de acontecimientos que desembocaron en la crisis de los años 30 o crack de la bolsa de Nueva York. Se trata de una profunda recesión considerada la peor crisis del capitalismo.

  • Esta crisis se inició en los Estados Unidos y se extendió rápidamente al resto del mundo. Tuvo sus bases en la depresión que sufrió EE.UU. por la adopción de políticas económicas, especialmente monetarias, inadecuadas y por la caída de las inversiones (importante disminución de la demanda y aumento de la productividad). Así, la producción empezó a crecer más deprisa que la capacidad de compra de la población. Ante esta situación los empresarios decidieron paralizar las inversiones y desviar sus beneficios hacia las finanzas: concedieron créditos al exterior y sobretodo invirtieron en bolsa. Como consecuencia, los precios comenzaron a caer y aumentaron en gran medida la inversiones en bolsa hasta el punto de que tanto las autoridades como los expertos estaban convencidos de que el alza de las cotizaciones era excesiva y que acabaría provocando una recesión. Además, hay que destacar la ausencia de un organismo que controlara esta situación. Al cabo de poco tiempo, esta situación cambió drásticamente, la gente dejó de inyectar nuevos capitales a la bolsa y se inició una oleada de pánico y temor a perder las inversiones que recorrió todo el país. El punto álgido se alcanzó el día 24 de octubre de 1929 (jueves negro) y posteriormente el 29 del mismo mes (martes negro). En estos días la gente se abalanzó a la bolsa y a los bancos para intentar recuperar sus inversiones. Como consecuencia de esta situación muchos bancos cerraron, muchas empresas quebraron y miles de familias quedaron arruinadas y sin trabajo.

Se intentó hacer frente a las crisis mediante el New Deal de Roosevelt cuyos objetivos eran: devolver la confianza a la población para evitar que se repitiera una crisis como la vivida, reactivar la economía mediante un impulso al consumo y una serie de medidas sociales (distribución más justa de la renta, disminución del paro...). Con estas medidas la economía norteamericana comenzó a recuperarse, pero no se recuperaría del todo hasta los años de la Segunda Guerra Mundial.


  • Esta crisis de los años 30 la podemos relacionar perfectamente con la que estamos viviendo en nuestros días. Las dos tienen como causas principales el egoísmo y la especulación, que solo llevan al enriquecimiento de muy pocas personas y a la miseria de muchas otras. Para solucionar la crisis actual, el gobierno, al igual que hizo Roosevelt en su época, debe de incrementar la confianza en las instituciones para conseguir reducir el paro y aumentar el consumo para así también aumentar la producción y salir de esta situación. Otra similitud entre la situación actual y la de los años 30 es que las dos crisis se producen después de una época dorada para la economía. Esto se debe a que la economía, con el paso del tiempo va pasando por diferentes fases o ciclos. Por lo tanto, los organismo económicos deberían intentar que las fases expansivas no lo fueran tanto para que las contractivas no acabarán en graves crisis, es decir deben evitar las grandes fluctuaciones de la economía. Personalmente opino, por lo que hemos visto, que no hemos aprendido de los errores del pasado y que por lo tanto esta situación se puede repetir perfectamente dentro de unos cuantos años, eso si, opino que al final, con las medidas y actuaciones adecuadas saldremos de ellas.

domingo, 26 de abril de 2009

La Gran Guerra y sus consecuencias


La Primera Guerra Mundial (1914-1919) marca la gran división entre el siglo XIX y el XX. Las potencias enfrentadas eran por un lado los imperios centrales (el alemán y el austrohúngaro) y por el otro los países aliados (Gran Bretaña, Francia y Rusia, con la ayuda de EE.UU y Japón).

Las causas de este enfrentamiento son varias, políticas: conflictos por la ocupación de las últimas colonias y formación de nuevos imperios económicos; y económicas: lucha por conseguir el predominio en los mercados mundiales.

Las consecuencias las podemos agrupar en 7 bloques:
1) Demográficas: la guerra finalizó con gran cantidad de muertos (especialmente en Rusia) y heridos (sobretodo Alemania y Francia). Los países donde se inició la guerra también resultaron gravemente afectados. Esta situación afectó gravemente al mercado de trabajo: disminuyó la mano de obra, la productividad, la innovación...
2) Stock de capital: los países que perdieron más capital fijo fueron Bélgica y Francia. También destacan las pérdidas de buques de Gran Bretaña y EE.UU, y las pérdidas de activos exteriores de Alemania.
3) Desequilibrios financieros: se trata de una consecuencia a largo plazo, que afectó a la economía europea hasta la 2ªGM. La guerra no se financió mediante impuestos o divisas, sino a través de préstamos bancarios. Esto provocó que el déficit presupuestario se multiplicara por 6, y que se rompieran las bases de la renta monetaria establecidas por Gran Bretaña (patrón oro). Como consecuencia se pone fin a las paridades fijas, se deprecian las monedas, hay inflación, incrementa el desempleo, caen las reservas metálicas, la inversión, los beneficios y se rompe el comercio exterior. Los países más afectados fueron los imperios centrales y los que menos fueron los países que se mantuvieron neutrales.
4) Producción industrial: los países en guerra sufrieron desequilibrios en sus sectores industriales, ya que se incrementó la producción de bienes de equipo y energía, y disminuyó la fabricación de bienes de consumo y de productos agrícolas. En cuanto a los países neutrales, fue un momento clave para incrementar la producción nacional y las exportaciones. Pero éstos debían evitar un exceso de capacidad en ramas industriales con poca demanda en épocas de paz.
5) Problemas estructurales: la guerra provocó un desarrollo muy lento en todo el continente Europeo.
6) Problemas sociales: se empieza a luchar por la democracia y la igualdad (organizaciones obreras y voto femenino). También se lleva a cabo una reforma agraria.
7) Problemas territoriales y humillaciones "nacionales": como dijo Keynes, las condiciones de paz fueron impuestas sin consenso ni evaluación económica realista. Destaca el Tratado de Versalles, por el cual Alemania fue obligada a pagar grandes cantidades en concepto de reparaciones de guerra.

Para concluir, podemos decir que fue una guerra muy violenta, ya que los países dispusieron de nuevo armamento, mucho más potente y destructivo. Por este motivo, la población civil resultó gravemente afectada. Así, tanto la pérdidas humanas sobretodo, como las materiales fueron muy importantes. Además, cabe destacar que al finalizar la guerra no se solucionaron los problemas sino que aparecieron de nuevos, por ejemplo muchas personas se quedaron sin empleo, sin casa, sin alimentos... Los tratados de paz solo empeoraron la situación, ya que impusieron pagos a los países perdedores totalmente desproporcionados, que los sumió todavía más en la miseria. Estas consecuencias ponen de manifiesto la inutilidad de un conflicto de tales dimensiones, que se repetiría al cabo de pocos años con la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, las guerras todavía no están superadas. Sin ir muy lejos podemos destacar la guerra de Irak con los Estados Unidos, que no fue más que un conflicto por la posesión del petroleo, o bien las guerras que se están produciendo en el Próximo Oriente. Pienso que ningún motivo político o económico puede justificar acciones violentas como estas, las cuales afectan sobre todo a las personas más débiles (la población civil).

domingo, 19 de abril de 2009

El patrón oro





El sistema del patrón oro se podría definir como la convertibilidad en oro y no en plata del papel moneda o de cualquier otro sustituto bancario de la moneda con valor real. Se trata de un sistema monetario de cambios fijos.

A mediados del s. XIX sólo utilizaban el patrón oro Gran Bretaña (adoptado en el s. XVIII) y Portugal. Pero a partir de 1870 las principales potencias comerciales abandonaron sus antiguos patrones (mayormente de plata) y adoptaron el patrón oro. Esta situación permitió la creación de un sistema monetario internacional de pagos de patrón oro. No estaban en el patrón oro los países no competitivos como España. Estos últimos utilizaban el patrón plata. La principal ventaja del patrón plata era la abundancia de este material durante el s. XIX, lo cual la hizo más asequible porque disminuyó su valor. Esto permitía tener una oferta monetaria (en volumen) superior a los que tenían el patrón oro, lo cual era fundamental en épocas de crisis.

El sistema monetario internacional se basó en el dinero bancario, siempre que este fuera convertible, a una paridad fija, en oro por el banco central de cada país. El valor de conversión recibió el nombre de paridad porque a través del oro cada moneda estaba relacionada con las demás a una paridad fija. Las dos funciones de este sistema eran: conseguir la máxima estabilidad de cambios en los mercados de divisas y la estabilidad de los precios interiores, todo para conseguir una globalización de la economía.

Según el autor David Hume, este sistema monetario internacional basado en el patrón oro se equilibraría automáticamente: los países con una balanza comercial negativa perderían oro. Esto implica una reducción de la oferta monetaria y del nivel de precios y un aumento del tipo de interés, pero la deflación volvería a hacer competitivas sus exportaciones y así se llegaría de nuevo al equilibrio. Todo lo contrario sucede con los países que tienen un superávit en la balanza comercial.

El fin del patrón oro se inició con el declive de la supremacía en el comercio internacional de Gran Bretaña. Hay que destacar que este patrón beneficiaba a los países centrales y perjudicaba a los de la periferia, que dependían de la cotización de unos pocos productos de exportación, y donde los ajustes deflacionarios eran mucho más duros.

Personalmente opino que la creación de un único sistema de pago, aunque existan diferentes monedas, incrementa y facilita en gran manera los intercambios. Además la creación del dinero fiduciario fue un paso muy importante para la economía principalmente por la comodidad que reporta.

En cuanto a la actualidad, podemos ver como se van unificando las monedas para facilitar las transacciones. Es el caso de la zona euro, formada por la mayor parte de los países de la Unión Europea. También pienso que es muy importante el papel que juegan los bancos centrales dentro de la economía mundial al controlor el tipo de interés, la masa monetaria... con el fin de evitar entre otras cosas, la inflación, que disminuye el poder adquisitivo de los consumidores, por lo tanto estos compran menos, se produce menos, incrementa el paro... y se entra en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.

lunes, 6 de abril de 2009

Crecimiento económico y modelos teóricos

El crecimiento económico durante los siglos XVIII-XX se caracterizó por ser sostenido y de gran magnitud y duración. Además, fue tanto intensivo como extensivo, ya que incrementó la producción total y también la producción por habitante. Existen varios modelos teóricos que explican estos hechos:

Precedentes:
a) Arbitristas (s. XVI): tenían como finalidad encontrar y aportar soluciones a los problemas económicos y demográficos que afectaban al poder monárquico. Destacan P.F. Navarrete y S. Moncada.
b) Fisiócratas (s. XVIII): “fisiocracia” proviene del griego phisys que significa gobierno del orden natural. Éstos consideraban que había un orden natural para todas las cosas, incluyendo la sociedad y la economía. Por lo tanto, situaban en primer plano la tierra, con lo cual el estado tenía que garantizar el acceso de toda la población a ella. Destaca Quesnay.
c) Mercantilistas (s. XVII-XVIII): su base es el mercado, la capacidad de consumir. Para conseguir mercados nacionales fuertes se requería: una balanza de pagos y una balanza comercial positivas, controlar las transferencias de moneda y aumentar la masa monetaria. Finalmente también eran necesarias una serie de medidas arancelarias para garantizar la circulación de los productos propios.

Escuela clásica:
a) Optimistas: encabezados por A. Smith. Según este, las bases de la productividad son: la acción invisible del mercado, la búsqueda individual del máximo beneficio y la división del trabajo.
b) Pesimistas: destacan Ricardo y Malthus. Según el primer autor, a medida que aumenta la producción, incrementa el consumo pero disminuyen los salarios. Por este motivo, la población tiene que hacer sacrificios para permitir el crecimiento de la economía. Según Malthus, como la población crecía en mayor medida que la producción se produciría escasez de recursos, lo cual dificultaba el crecimiento.
Escuela neoclásica
a) Modelos de crecimiento por etapas: este modelo clasifica las sociedades en 4 grupos: sociedad tradicional, precondiciones para el despegue hacia un crecimiento autosostenido, camino hacia la madurez y etapa de alto consumo.
b) Modelos de cambio estructural: s.XIX. Destacan A.Lewis, Gerschenkron y S.Kuznets.
c) Modelos estructuralistas de dependencia económica: destaca Pebrish, quien está a favor de la defensa de la producción nacional.

Economía neoinstitucional y evolucionista
Esta teoría defensaba los siguientes aspectos: sistema de propiedad bien definido, innovación y en cuanto a política había tanto reformistas como conservadores.

Hay que destacar que este crecimiento estuvo ligado a la industrialización, por lo tanto fue más rápido en los países de la Europa Occidental y en aquellos que fueron poblados mayoritariamente por emigrantes de Europa del norte como EE.UU. Como consecuencia, aunque los países pobres mejoraron su situación, no alcanzaron los niveles de vida de los países más industrializados sino más bien lo contrario, ya que las diferencias se multiplicaron. Actualmente, la situación no ha cambiado: los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres.

jueves, 2 de abril de 2009

Colonialismo e imperialismo

La industrialización de los países más avanzados afectó al resto de economías del mundo que todavía no habían llevado a cabo este proceso, lo que comportó una globalización de la economía basada en la división internacional del trabajo dirigida por los países dominantes y a su favor. Para dominar sobre los países subdesarrollados llegaron, incluso, a utilizar la violencia si era necesario. Algunos de los objetivos de la dominación eran: conseguir el control sobre el comercio colonial, obtener primeras materias, mano de obra o simplemente prestigio. Esta globalización económica comportó crecimiento pero provocó un incremento de las diferencias entre países (o regiones) ricos y pobres. El dominio de los países industrializados sobre el resto del mundo recibe el nombre de imperialismo, que representó la formación de nuevas colonias y el mantenimiento de algunas ya existentes. Destacan:

Nuevas Europas: se trata de territorios colonizados por población blanca de origen europeo, especialmente británicos. Esta población procedente de la metrópolis era la que tenía el poder político y económico, mientras que la población autóctona era eliminada o rechazada hacia el interior. Destacan Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

India: era una colonia británica que fue condenada a la miseria y al subdesarrollo a causa de una serie de medidas fiscales y aduaneras aplicadas por el gobierno británico para reducir sus exportaciones de tejidos de algodón, y así intentar obtener el predominio.

Resto del mundo: el resto del mundo fue repartido entre las grandes potencias, en la conferencia de Berlín de 1885. El dominio sobre estos territorios (mayor parte de África, Asia y Oceanía) no se realizó por medio de la inmigración de población metropolitana, como en el caso de la Nuevas Europas, sino a través de la sujeción de la población indígena, sobretodo mediante el ejército y la administración.

Con esto vemos el egoísmo de los países más avanzados, que intentan conseguir un rápido desarrollo y la dominación de todos los territorios posibles a toda costa, sin importarles nada más: ni la miseria o incluso la desaparición de la población indígena, ni la situación de las clases bajas de la metrópolis que eran las que tenían que financiar todos los costes que comportaba la expansión territorial... Por lo tanto, esto comportó el aumento de la diferenciación social.

lunes, 23 de marzo de 2009

Segundo círculo de industrialización

Esta semana hemos hablado de los países del segundo círculo de industrialización. En el año 1870, estos países ya habían iniciado procesos de industrialización y disponían de redes ferroviarias, sin embargo, sus economías continuaban dependiendo del campo, lo cual impedía un rápido crecimiento. Dentro de este círculo observamos dos grupos: los países preparados (centro-norte de Europa) y los países atrasados (zona del Mediterráneo y este de Europa). Destacamos:

Holanda y los países escandinavos: disponían de una agricultura muy productiva y de una situación política, social y cultural similar a la de los países del primer círculo, sin embargo carecían de carbón y/o hierro, necesarios para llevar a cabo la Revolución Industrial. Su industrialización se basó en la exportación de materias primas y productos semielaborados, la apertura al mercado mundial, la proximidad a mercados de fuerte demanda, la mejora de los transportes, la disponibilidad de capital extranjero y la utilización de nuevas fuentes de energía y procesos de la Segunda Revolución Tecnológica.

Italia: su crecimiento fue lento a causa de la estrechez de los mercados, por la escasez de carbón y por la implantación de una política librecambista (principio de la división internacional del trabajo). La recuperación no se produjo hasta finales del s.XIX gracias a las inversiones extranjeras, la electrificación, el sector textil y la maquinaria. Fue una industrialización insuficiente que comportó una economía dual y una polarización del desarrollo regional norte/sur.

Rusia: existía una economía dual. Por un lado había un sector industrial moderno, gracias a la acción del estado, que llevó el peso de la industrialización favoreciendo el desarrollo de aquellos sectores que consideraba estratégicos como la industria pesada o la construcción del ferrocarril. El capital necesario se obtenía básicamente a través de las exportaciones, los préstamos del exterior y los impuestos, lo cual incrementaba la miseria de la mayor parte de la población. Por otro lado, se mantenía un sector agrícola atrasado. Las reformas que se llevaron a cabo sólo favorecieron a los campesinos ricos (kulaks) y al estado.

Japón: se trata del único país no occidental que consiguió industrializarse antes de la Primera Guerra Mundial. Al igual que en Rusia, el estado tuvo un papel destacado (construcción de la red ferroviaria, organización del sistema bancario y de la educación…) y también el capital se obtenía de la recaudación de impuestos. Otros factores de industrialización, junto con la intervención del estado, son: la importante tradición comercial y artesana (productos de lujo) y una formación cultural elevada.

He podido observar el diferente desarrollo de países cercanos geográficamente y también las similitudes entre países separados. Por eso, lo países cercanos a Gran Bretaña, tanto geográfica como culturalmente, fueron los primeros en industrializarse. Una de las consecuencias más importantes de la Primera y la Segunda Revolución Industrial fue el incremento de las diferencias, no solo entre continentes, sino también dentro de los propios países, hecho que va en aumento en nuestros días. También podemos destacar que los factores necesarios para la industrialización, después de lo estudiado son el paso del predominio de la agricultura a la industria, la mejora de los transportes, la ampliación del mercado y la introducción de nuevos procesos, materias primas y formas de energía.

lunes, 16 de marzo de 2009

Primer círculo de industrialización (2ª Parte)

3. EE.UU: Estados Unidos se convirtió en la primera potencia económica mundial a finales del siglo XIX. Su crecimiento se produjo por tres motivos principales: factor territorial (expansión progresiva), factor demográfico (fuerte inmigración y importante crecimiento vegetativo) y factor económico (adopción de cultivos y procesos europeos). Las aportaciones americanas a la industria más importantes son las fábricas integradas y, sobretodo, el sistema americano de fabricación, que consiste en la producción de piezas estándar. De manera que la explotación y la utilización de más recursos naturales, la producción en masa de bienes estandarizados y la atención a la innovación tecnológica y a la organización fueron las bases de su crecimiento industrial.

4. Suiza y Bélgica: se trata de países pequeños que consiguieron industrializarse gracias a la exportación de productos competitivos en los mercados internacionales, y por lo tanto, de abrir sus economías al exterior. En el caso belga, los factores que favorecieron la industrialización fueron: la proximidad a Gran Bretaña, su larga tradición industrial, la existencia de abundantes recursos naturales, una buena comunicación y la una importante presencia tecnológica y de empresarios extranjeros, especialmente británicos. Suiza se diferenciaba de Bélgica por la escasez de primeras materias, que provocó que la industrialización se llevara a cabo sin siderurgia. La base del crecimiento industrial fue la protoindustrialización.

Conclusión: podemos observar que la situación en nuestros días no ha cambiado mucho en cuanto al predominio económico. Los países que forman este primer círculo de industrialización continúan teniendo un importante papel en la economía mundial, sobretodo los Estados Unidos, que todavía sigue siendo el país líder, aunque seguido muy de cerca por otras potencias, como por ejemplo Japón. Sin embargo, la superioridad de los países no es duradera sino que va cambiando de manos, relativamente, en poco tiempo.